“Estaba profundamente enamorada de mi vida, de toda la creación. Estaba enamorada de lo divino. Estaba sumamente agradecida simplemente por mi existencia”.
Cuando era una niña pequeña, los médicos le diagnosticaron a Kathleen estrabismo: una afección en la que sus ojos no se alineaban correctamente. Los anteojos ayudaron a corregir su visión, pero no lograron aliviar la vergüenza que sintió por sus ojos durante los siguientes 30 años.
Cuando Kathleen descubrió el trabajo de Dr Joe, empezó a meditar a diario. Al principio se centró en crear abundancia, hasta que escuchó las Historias de Transformación de otras personas en un Retiro Avanzado de una Semana. Si esas personas podían sanar, pensó, ¿por qué no yo?
Así que Kathleen se propuso que sus ojos «se moverían bella y perfectamente» y expresó gratitud por todo lo que había en su vida. Entonces, mientras meditaba una mañana lluviosa, de repente se sintió abrazada por un amor sobrenatural. Al cabo de unas semanas, Kathleen ya no necesitaba anteojos… porque ahora podía ver su mundo con claridad.
Como recordatorio, te recomendamos no escuchar ninguna meditación mientras conduces o manejas maquinarias.
Grabado en el Retiro Avanzado de una Semana en Cancún en junio de 2024